Y el sol entró, tímido, por la ventana
y dejo tras de sí una noche amarga,
dos suspiros acompasados,
dos siluetas entre las sabanas…
Y el sol entró, tímido, entre las persianas
haciendo despertar a la mañana,
poniendo rostro a la resaca,
dejando los sueños en el alfeizar de la ventana…
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